Jornada sobre Drogas y Adicciones en Coronel Suarez
Agosto 25, 2015Con la presencia de importantes referentes de esta Pastoral dentro de la Iglesia Católica, la Arquidiócesis de Bahía Blanca organizó el lunes pasado una jornada dedicada a público en general y también charlas para jóvenes, adolescentes y para educadores.
La actividad estuvo centrada en el Concejo Deliberante de Coronel Suárez y contó con la presencia de Monseñor Fernando Carlos Maletti, Presidente del área de Drogadependencia de la Conferencia Episcopal Argentina, el Presbítero Juan Olivera, Delegado Diocesano de Merlo de Pastoral de Adicciones, y del Diácono Walter Helman, Delegado Diocesano de Quilmes de la Pastoral de Drogadependencia.
Antes de la charla pública, que contó con representantes no solamente de Coronel Suárez sino de toda la región, hubo una conferencia de prensa con los medios de la ciudad, donde les dio la bienvenida el Párroco Diego Kessler.
Al momento de hacer uso de la palabra Monseñor Carlos Maletti dijo que “desde hace algunos meses la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina, a la que pertenezco con otros cuatro Obispos -somos cinco, entre los que está Néstor Navarro, bahiense, que fue Obispo de Río Negro y ahora está como Obispo jubilado en Bahía Blanca, continuando su trabajo con mucha fuerza- me han encomendado que acompañe la tarea nacional de adicciones y drogadependencia. Esta Pastoral en Argentina la coordina el Padre José María Pepe Dipaola. Muchos lo conocen por su trabajo en las Villas del Gran Buenos Aires. Nuestra misión es por un lado acompañar y por el otro fomentar que esta Pastoral exista en todas las Diócesis de la Argentina, que son 74. Aquí estamos ahora en la de Bahía Blanca, que ha dividido en tres zonas para venir a visitarlos y acompañarlos en esto”.
A continuación el Obispo Maletti trajo a colación lo que dice el Papa Francisco: “la droga y el narcotráfico son como una mancha de aceite que se extiende y que por más que se la limpia algo siempre queda. Por eso, desde hace más de 12 años, la Iglesia Católica, si bien viene de antes su labor, se ha comprometido en forma contundente en el tema y cada vez más en una realidad que uno nunca se las sabe todas. Siempre tocábamos de oído, si bien vamos haciendo experiencia en las distintas realidades que se nos testimonia. Es muy importante una publicación que hizo San Juan Pablo II sobre droga y toxicomanía. Ahí también hay afirmaciones muy fuertes que se adelantaron a los tiempos. Creo que la gran lucha que emprendemos como Iglesia, a lo largo y a lo ancho del país, comprende dos cosas: por un lado la prevención y el acompañamiento, y por el otro acompañar de un modo inteligente, pacífico, pero contundente todo lo que se pueda hacer para combatir el narcotráfico y el narcomenudeo”.
Destacó que “es impresionante como a nuestras parroquias, a nuestras oficinas episcopales, llegan papás, mamás, abuelos, familiares angustiados, porque un miembro de su familia entró en esto, en lo cual es fácil entrar pero muy difícil salir por distintas circunstancias. Entonces se nos presenta nuestra misión de contener a quienes pasan de ser buenos vecinos y buenos parientes a ser como leprosos. Es un deber como buen cristiano, como buen samaritano, acompañar, apoyar, ayudar”.
Fueron muy interesantes las charlas que se desarrollaron en horas de la tarde, con los jóvenes primero, y con educadores después, hablando sobre los caminos posibles de emprender en la prevención de la adicción a las drogas o en las acciones a realizar una vez que se ha instalado este flagelo.
Por la tarde la actividad se cerró con otras charlas con jóvenes, educadores y una misa de clausura en el Templo Parroquial de Coronel Suárez.
Fuente: La Nueva Radio Coronel Suarez