Con un golazo de Lucho González, el equipo de Marcelo Gallardo se quedó con el amistoso en el Mario Alberto Kempes. Luciano Monzón se fue expulsado y Beligoy no cobró un claro penal de Chiarini a Magallán.

En un año plagado de Superclásicos, River se quedó con el último de 2015 ante Boca. El estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, el equipo de Marcelo Gallardo se impuso por 1-0 con un gran gol de Luis González en el amanecer del partido y se llevó el triunfo y la última sonrisa ante el rival de siempre. Ahora, los de Núñez volverán a pensar en la Sudamericana y en el Mundial de Clubes de diciembre; y los de Rodolfo Arruabarrena quieren abrochar el título local y también van por la Copa Argentina.

Boca empezó acelerado: intentó presionar bien arriba, pero los delanteros Chávez y Pavón corrían mucho e incomodaban poco a los jugadores de River que manejaban la pelota con criterio y precisión. Todavía no se habían cumplido los primeros siete minutos del partido cuando los de Marcelo Gallardo se pusieron en ventaja con un golazo de Lucho González.

Leandro Vega salió jugando desde el fondo con un lujo y ubicó adelante a Rodrigo Mora. El uruguayo pivoteó y de primera descargó para Leonardo Pisculichi, que recibió con la cancha de frente y tocó entre líneas para Lucho, que definió con toda su jerarquía y tres dedos para ubicar la pelota entre el primer palo y el arquero Guillermo Sara.

Después, el partido cayó en un pozo. River administraba la ventaja y empezaba a jugar con la desesperación de Boca. Pero los de Rodolfo Arruabarrena pudieron conseguir el empate tras una mano de Leonardo Ponzio que le otorgó un tiro libre cerca del área. Fabián Monzón envió el centro al segundo palo para la cabeza de Lisandro Magallán. El defensor llegó primero y su frentazo pegó en el travesaño, aunque Federico Beligoy debió cobrar penal de Julio Chiarini, que le pegó con el puño en la nuca al jugador de Boca.

Enseguida, el partido se calentó. En la jugada siguiente, en un córner para River, Beligoy amonestó a Magallán por un empujón sobre Gabriel Mercado (y también a Sara por protestar). Tras el tiro de esquina, Monzón lo bajó a Mora sobre la izquierda con una patada descalificadora y Boca se quedó con diez.

En el segundo tiempo llovieron los cambios y el partido -siempre de caracter amistoso- se desvirtuó. Fue un gran entrenamiento con mucho público. Palacios, Cristaldo, Cubas; más tarde Komar, saltaron a la cancha para buscar el empate. Boca solo insinuaba peligro a través de la pelota parada y por un zurdazo de Chávez que salió por el primer palo. Gallardo lo quiso cerrar y terminó jugando con Mora, Pity Martínez, Driussi, Saviola y Tabaré Viudez. Las más claras las tuvo elConejito, pero el delantero sigue peleado con el arco y falló dos jugadas increíbles.

La segunda mitad se jugó con mucha intensidad, pero con poquito fútbol y al final el partido se fue con aquel tempranero gol deLucho González. Boca se retiró masticando bronca pero con el consuelo de ver la consagración en el torneo local a la vuelta de la esquina. River levantó la copa con el nombre del banco que auspicia las camisetas de los dos gigantes de Argentina. Les regaló una alegría a sus hinchas y emprendió el regreso con la tranquilidad que dan los resultados.