El español tuvo un muy buen comienzo en el choque de cuartos de final, pero al final prevaleció la contundencia del número 3 del mundo.

Siempre habrá que sacarse el sombrero ante el temperamento ganador de Rafael Nadal. Después de una larga inactividad -situación frecuente en su carrera debido a las lesiones-, el español se dispone a tener otro gran regreso, y el nivel de su juego ilusiona. Este viernes se encontró, eso sí, con una muralla demasiado alta para este momento: el canadiense Milos Raonic, que consiguió reponerse luego del primer set y finalmente se impuso por 4-6, 6-3 y 6-4 en los cuartos de final del ATP 250 de Brisbane.

En el torneo preparatorio para el Abierto de Australia, tanto Rafa como el norteamericano buscaron mejorar su forma con el pensamiento puesto en el primer Grand Slam del año. Para el español, que tiene 14 torneos grandes en la mochila, el desafío es alto luego de una lesión de muñeca que lo marginó de la actividad en el cierre del año y lo hizo caer hasta el número 9 del ranking. Pero el comienzo del partido lo mostró como en sus mejores épocas: muy sólido desde el fondo de cancha, desquició a Raonic con sólidas devoluciones de saque, una derecha que funcionó a la perfección y passing-shots que dejaron desairado al rival más de una vez.

Un quiebre solitario le alcanzó a Rafa para poder sacar ventaja en el marcador y quedarse con el primer set por 6-4. Raonic siguió sufriendo en el segundo set, pero demostró al mismo tiempo su madurez: conservó la calma necesaria para mantener parejo el marcador hasta que “el huracán Rafa” aflojara. Y esa oportunidad, que el español en otros momentos de su carrera no ofrecía, llegó en el octavo juego: Raonic presionó sobre el saque del español, consiguió el quiebre y después cerró el parcial con su servicio en 6-3.

La definición se fue al tercero, y ya Raonic estaba decidido a no darle respiro a Nadal. Jugando todo a las líneas, acertando mucho y errando poco, el 3 del mundo consiguió ya en el primer juego una triple chance de break. No pudo en el primero, pero si en el segundo. Llegó a los cinco games consecutivos y la ventaja se olía decisiva.

Mañana sábado Raonic deberá enfrentar en semifinales al ruso Dimitrov, mientras que Kei Nishikori deberá dirimir frente a Stan Wawrinca, saliendo de estos dos enfrentamientos los finalistas del torneo australiano. 

Fuente: Clarín.Com.