El joven boxeador de Santa Cruz de la Sierra, acompañado en su preparación por Ernesto Blanco, dueño de una frondosa experiencia amateur, viajará en las próximas semanas a Bolivia para pelear por un título en aquel país.   

Arteaga, que el pasado fin de semana, en un festival boxístico realizado en Darregueira, dio cuenta de su rival, Denis Diz por puntos tras intensos ocho rounds, sumando su 5ta victoria como profesional en peso mediano (72 kg).

El sitio de deporte boliviano www.podio.bo le realizó la siguiente nota,  en el mes de mayo, que a continuación transcribimos: 

Tiene hambre de gloria, por ello es que no la pensó dos veces para irse a vivir a la Argentina en busca de cumplir sus sueños. Desde su llegada al vecino país pasó un año y dos meses, y en ese tiempo ya se están viendo los frutos. El boxeador cruceño Andy Aaron Arteaga lleva cuatro combates profesionales ganados, el último de ellos el viernes en la Gran Velada del Coloso de Villa Mitre.

En su pelea, Andy venció en los seis asaltos al local Norberto ‘Tito’ Oyola, dejando buena impresión. Por esa razón, el pugilista boliviano ya tiene fecha para su próxima pelea, que será el 10 de junio. Aún se está definiendo su rival, pero el objetivo es que llegue a los 10 combates profesionales para luego buscar salir a Estados Unidos, México o Alemania.

“Acá no estamos ganando plata, estamos haciendo carrera para salir afuera y ahí recién pensar en el tema económico”, afirma Arteaga, que comenzó a boxear en Santa Cruz cuando apenas tenía 10 años, sumando 50 pelea amateur, desde las categorías menores hasta la mayor. De todas, solo perdió tres, la última fue en su primera salida al exterior, cuando peleó en la Copa Guantes de Oro de Ecuador.

Volvió a ser novato

Pese a que en Bolivia fue cinco veces campeón nacional, una vez llegó a la Academia Ernesto Blanco Box, ubicada en la ciudad de Pigüé de la provincia de Buenos Aires, Andy tuvo que comenzar de cero, guiado por su entrenador Ernesto Blanco.

“Vine con muchas falencias, el profe me entrenó de nuevo como si fuera un novato, Comencé de cero. Mis horas de entrenamiento pasaron de dos a seis, lo que me ha hecho mejorar bastante. Soy consciente de que me falta mucho, pero lucharé para ser campeón mundial”, sostuvo. Explicó que se mantiene gracias a la ayuda que le manda desde Santa Cruz su padre, Ramiro Arteaga, y al apoyo de su entrenador, que es “todo un maestro”.