Facundo Lagrimal palpitando la final por el ascenso al Federal A.
Febrero 20, 2022El defensor pigüense había formado parte del último ascenso hace casi 15 años en Mar del Plata, venciendo a Unión de aquella ciudad y logrando subir al tan importante torneo argentino.
“El club está un poco revolucionado, se trata de mantener la tranquilidad, pero inevitablemente se habla y se piensa en eso. Tenemos por delante un partido histórico, porque es una final de un torneo regional y se está viviendo como tal”, admite el histórico defensor Facundo Lagrimal.
La última vez que el Chivo pegó el salto fronteras afuera de nuestra ciudad fue el 13 de mayo de 2007, cuando venció a Unión de Mar del Plata, por 3 a 1, en el partido revancha de la final de la Zona Sur del Argentino C que le dio un lugar en el viejo Torneo Argentino B.
Con otra realidad institucional y con el objetivo a un paso, el albinegro se medirá ante Jorge Newbery de Comodoro Rivadavia, en Patagones, en busca del tercer ascenso de su historia a nivel regional.
Lagrimal es uno de los jugadores que componen el plantel actual y que se dio el gusto de estar también presente en aquel equipo, aunque con un rol mucho más protagónico dentro de la cancha.
“Encuentro algunas similitudes, sobre todo en los momentos de los jugadores. Tal vez institucionalmente este momento es mejor que aquel, pero el otro era un grupo de jugadores muy unido, muy fuerte dentro de la cancha y con jugadores que estaban en un muy buen momento individual. Esto lo asemejo un poco a los chicos que ahora tienen una edad parecida y también un presente futbolístico muy bueno”, admitió.
Cachi es el segundo jugador con más presencias en la historia del club y el más ganador junto a Julio Acosta, con 10 títulos.
En cancha de Kimberley, Liniers se impuso por 3 a 1, con Hernán Rosell como héroe, quien marcó a los 12 y 60 minutos. Franco Pulgar, a los 64, completó la victoria.
De esta manera, el equipo bahiense, que era dirigido por Néstor Santanafessa, se quedó con la serie por 5 a 2.
Había ganado la ida, disputada en el Doctor Alejandro Pérez, por 2 a 1 (goles de Franco Pulgar y Gastón Arroyo), luego de comenzar perdiendo y sufrir la expulsión de su goleador Lucas Gamietea, quien se perdió el partido decisivo.
“Si comparás edades de aquella época y de ahora, hay chicos que tienen por delante un lindo futuro en el fútbol. Sería bárbaro que lo puedan lograr con su club, saltando de categoría. En aquel momento se logró, pero era llegar a un Argentino B, ahora sería instalarse en la tercera categoría del fútbol argentino, aunque todavía falta para eso”, se sinceró el pigüense, de 40 años.
En el partido decisivo en La Feliz, Liniers formó con Adrián Echeverría (c); Lagrimal, Rodrigo González, Gabriel Langol, Eddy Wainer; Juan Blanco, Gastón Arroyo, Nicolás Ballestero, Hernán Rosell; Simón Lagos Vega y Franco Pulgar.
Luego ingresaron Leonardo Melinger, Gonzalo Troncoso y Emiliano Leobono.
“Aquel era un grupo con mucha personalidad a pesar de la juventud de alguno de los chicos. Acá, de local empezamos perdiendo, nos echaron a un jugador y con 10 lo dimos vuelta. Fuimos allá con algunas dudas porque era corta la diferencia, inclusive en el primer tiempo la pasamos mal y el cabezón (Adrián Echeverría) fue la figura. Pero el equipo encontró aplomo en el segundo tiempo y fuimos efectivos porque llegamos y convertimos”, recordó.
Además de Cachi, Julio Acosta y Nicolás Ballestero (hoy como entrenador) son los que repiten de aquel ya lejano 2007.
“Es marcada la diferencia, en aquel momento fui participe permanente del equipo y ahora me toca estar de suplente y a veces quedar afuera. Me agarra en otra etapa de la vida, pero todo aquello sirve para aportarlo de experiencia", dijo Facu.
Y agregó: "Al igual que a Julio, que el sí tuvo más participación que yo este torneo y Nico, quien está en otra función y que está aplicando como entrenador muchas de las cosas que adquirió como jugador”.
El albinegro coronó ese año una campaña impecable: 11 triunfos en 16 encuentros (7 de visitante). En los otros obtuvo 4 empates y tan sólo una derrota. Finalizó con 31 tantos a favor y 14 en contra.
“En aquel momento el ascenso lo viví como un progreso laboral. Fue un lindo salto. Y creo que ahora, para los chicos jóvenes, sería algo similar. Porque para algunos significaría firmar un contrato. Puede tratarse de un progreso grande en su carrera deportiva”, opinó Cachi, quien, con mayor o menor participación, sabe bien de qué se trata lo que está en juego para Liniers.
fuente: www.lanueva.com
foto: archivo.