Tras la acusación de violencia de género, el colombiano jugó amistosos, pero sigue sin aparecer en el plano oficial. El panorama podría cambiar radicalmente en breve.

La realidad de Sebastián Villa en Boca no se moverá por esta semana. El técnico Miguel Ángel Russo no lo tendrá en cuenta para el partido ante Caracas, este jueves por el cierre de la fase de grupos de la Copa Libertadores, pero esto no significa que su situación no haya cambiado: ahora esperan por la resolución más rápida posible del conflicto judicial por la acusación de violencia de género para reincorporarlo a nivel oficial.

A pesar de que lo incluyó en los amistosos de la semana frente a Arsenal y Estudiantes de Río Cuarto, en el que hasta logró convertir, el entrenador lo mantendrá al margen. Sin embargo, para los octavos de final (a partir del 24 de noviembre) esperan poder contar con él y esto podría facilitarse si logra un acuerdo extrajudicial con Daniela Cortés, su expareja.

En paralelo, el abogado Fernando Burlando, defensor de Cortés, deslizó la chance de que en breve haya un arreglo económico, al mismo tiempo en el que reconoció que su representada "perdonó a Villa y sugirió que juegue". En los amistosos le hicieron caso, a nivel oficial todavía no a la espera del desenlace de la situación, sea por la vía que sea.

Si bien nunca se comunicó una sanción, el presidente Jorge Amor Ameal aclaró el jueves -post reaparición ante los del Viaducto- que "no se le levantó" ninguna pena al colombiano. Entonces la hay, pero no oficializada y por consenso entre cuerpo técnico, dirigentes y Consejo de Fútbol, quienes ahora esperan la aceleración del desenlace.

Pandemia de por medio, Villa pasó de ser determinante en Boca para conquistar la última Superliga a ni aparecer en la Libertadores. En cambio, puertas adentro y en partidos considerados informales sí actuó. En el medio barajaron ofertas de Atlético Mineiro, todas rechazadas, y hasta buscaron sin éxito refuerzos para su puesto (de Ricardo Centurión hasta Damián Batallini).

Boca, a su vez, no necesita de Villa con urgencia. Ya está clasificado a los octavos de final de la Libertadores con el primer puesto asegurado y en el duelo contra Caracas solamente buscará sumar de a tres para quedar entre los mejores líderes. A partir de la etapa que enfrenta a los 16 mejores o para el tramo decisivo de la Copa de la Liga Profesional, en cambio, sí podría ser una variante muy valiosa.

También, en época de economías complicadas seriamente a causa del coronavirus, el club no puede darse el lujo de tirar por la borda el valor de un activo importante para su patrimonio, blindado con una cláusula de rescisión de 30 millones de dólares y contratado hasta 2023. Si no juega, los números inevitablemente se derrumban.

fuente y foto: www.tycsports.com.ar