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Chicos de 6 y 7 años “soldaditos” de narcos en La Matanza

Marzo 01, 2018

La policía contabilizó 30 menores que hacían de "vigías" en búnkeres de droga; los traficantes les pagaban $50, una gaseosa y un paquete de galletitas cada noche a chicos de 6 y 7 años como  sus "soldados" en la villa Puerta de Hierro de La Matanza en el conurbano bonaerense

Tienen entre 6 y 7 años, pero no van a la escuela: son "soldaditos" de los narcos de la villa Puerta de Hierro. A estos 30 chicos los dealers les pagan, cada noche, 50 pesos, una gaseosa y un paquete de galletitas para que los alerten sobre la presencia de policías o gendarmes que pongan en riesgo algunos de los búnkeres de venta de droga instalados en ese asentamiento de La Matanza. Según fuentes policiales, la banda narco -desbaratada en las últimas horas- se valía de chicos tan pequeños porque los más grandes ya han sido devastados por el consumo de paco.

Cuando el lunes, minutos después de la una de la mañana, más de 200 efectivos de la policía bonaerense irrumpieron en el asentamiento situado entre las vías del ferrocarril Belgrano Sur y la avenida Crovara, se encontraron con 30 chicos distribuidos en los distintos pasillos de la villa Puerta de Hierro como "primera línea" de alerta sobre la eventual presencia de uniformados.

Los búnkeres que protegían estos menores pertenecían a la llamada banda del Gordo Juan, un narco al que le secuestraron, en ese procedimiento, tres kilos de cocaína y uno de pasta base, tres ladrillos de marihuana y $ 100.000 en efectivo. Ayer a la mañana la policía bonaerense demolió tres de esas casas de venta de estupefacientes al menudeo.

"A esa hora de la madrugada, los únicos que tenían un discurso coherente eran los chicos de entre 6 y 7 años. Contaron que los dealers del barrio les daban 50 pesos por noche, galletitas y gaseosas para que les avisaran si llegaba 'la gorra'. Los chicos mayores que ellos, los 'fisura', como les dicen a los consumidores de paco, estaban pasados de droga", confió a LA NACION un comisario, que solicitó la reserva de su identidad.

Aunque deberían, ninguno de esos 30 pibes está escolarizado, dijeron fuentes judiciales. Distribuidos de a tres o cuatro por pasillo, pasan toda la madrugada despiertos. Cuando alguno advierte la presencia policial en el barrio debe avisar a otro. Así, el "boca en boca" arma una cadena de alerta que llega hasta el dealer encargado del búnker.

Durante el operativo del lunes en Puerta de Hierro la policía encontró en poder de uno de los chicos un dispositivo inalámbrico, similar a un botón antipánico, que ante la presencia de policías enviaba una señal al celular de uno de los narcos.

En los 33 allanamientos realizados por la Jefatura Departamental La Matanza y ordenados por el juez federal de Morón Néstor Barral cayeron 13 narcotraficantes. Entre ellos figuran el supuesto jefe de la banda, identificado como Juan Valdiviezo, alias el Gordo Juan, y su esposa, Alejandra Cardozo.

Ayer, efectivos de la policía bonaerense derribaron los tres búnkeres de la organización. En una de las paredes, junto a uno de los puestos de venta de droga demolidos, sobresalía el mural con el rostro de un joven: "Changuito". Se trataría de Alejandro Cardozo, hijo de la pareja del Gordo Juan, asesinado durante un enfrentamiento entre bandas narco de la zona cuando tenía 15 años.

Con los tres búnkeres derribados ayer, suman 48 los puestos de venta de droga destruidos en los últimos cuatro meses en el conurbano, según informaron fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense.

"Los chicos tomaron el pedido de los dealers como algo natural. Para esos niños era como un juego. Debían estar en los pasillos haciendo lo que hacen siempre: jugar. Si aparecía la policía, entonces sí pegaban el grito. Los niños nunca veían a los jefes de la banda: las órdenes les bajaban de otros chicos, un poco mayores que ellos, que venden droga en el barrio y trabajan para el grupo del Gordo Juan. La función que cumplían los menores era simple, pero muy valiosa para la organización, porque la mayoría de los dealers, a la madrugada, ya están como zombis de tan drogados", expresó un jefe policial de alta jerarquía que conoce muy bien el barrio.

La situación de los niños en Puerta de Hierro fue denunciada por varias organizaciones civiles que se dedican a tratar a menores con problemas de adicciones.

Según fuentes policiales, los pasillos adyacentes al cruce de Colonia y Gaboto, cerca del límite de Puerta de Hierro con los barrios Villegas y San Petesburgo, era la zona donde los vendedores de la banda del Gordo Juan habían desplegado la línea de alerta primaria con los chicos de 6 y 7 años. Aunque ninguno de esos menores consume paco -según creen los investigadores-, sus hermanos mayores, de 10 años o más, se convirtieron en adictos que venden droga a los consumidores que bajan del tren Belgrano Sur en la estación Villegas.

En Moreno, algo similar

La situación de Puerta de Hierro se repite en Cuartel V, en el partido de Moreno. Allí, recientemente, chicos de 11 años fueron detenidos, armados y con droga en su poder, en asentamientos de la zona.

"En los últimos meses hemos apresado a chicos de entre 11 y 14 años con importantes cantidades de droga. Andaban por la calle con decenas de envoltorios de paco y una balanza. Además, llevaban 3000 pesos en billetes de 10. Los narcos los reclutan cada vez más chicos para que vendan droga", alertó un operador del sistema judicial de la zona. Ninguno de esos chicos está escolarizado y tienen familiares involucrados en el narcotráfico.

Horroroso espejo    El caso de Ciudad de Dios

Hace 15 años, el film Ciudad de Dios mostró al mundo cómo el avance del narcotráfico arrastraba a los chicos, desde muy pequeños, en la orgía de la violencia del crimen organizado. Eso pasaba -aún sucede, según las más recientes noticias- en esa gigantesca favela carioca atravesada por la autopista Linha Amarela, camino a la exclusiva Barra da Tijuca. El drama de los "niños soldados", capaces de todo, alucinados por la sangre ajena y dispuestos a quemar su vida a cambio del poder del dinero de la droga, empieza a ser un cruel espejo en las villas del conurbano. Eso exige acciones. Ya.

( foto superior de  uno de los búnkeres demolidos ayer en Puerta de Hierro, con la imagen de un adolescente asesinado en una guerra entre bandas Crédito: Ministerio de Seguridad Bonaerense )

Fuente: La Nación  - Por: Gustavo Carabajal

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