Cristina Kirchner, que durante ocho años sorteó los pasillos judiciales envuelta en un manto de impunidad, finalmente se sentó en el banquillo de los acusados, en el cuarto piso de los Tribunales de Comodoro Py, para declarar como acusada por las ventas de “dólar a futuro” durante el final de su gobierno, una operatoria que le significará al Estado pérdidas por más de $77 mil millones y por la que se acusa a la exmandataria de “defraudación a la administración pública”.-  La ex presidenta concluyó poco antes de las 11 la declaración indagatoria ante el juez federal Claudio Bonadio en la causa de venta de dólar a futuro, en la que entregó un escrito en su defensa, se negó a responder preguntas y se retiró minutos antes de las 11 del despacho del juez y se dirige a un escenario montado en el acceso a los tribunales federales de Comodoro Py para hablarle a una multitud reunida allí en su apoyo.  Volvió a hablar y se victimizó "para la tribuna"

Al salir del edificio de Comodoro Py, en su discurso ante los militantes kirchneristas afuera de los tribunales, en el barrio porteño de Retiro, la ex jefa de Estado aseveró: "Me pueden citar 20 veces más, me pueden meter presa, pero lo que no pueden hacer es hacerme callar".

Con una imagen demacrada, sin el maquillaje que solía lucir en sus épocas al frente de la Casa Rosada, la exjefa de Estado busca con acciones rayanas en lo ridículo, desviar la atención del hecho real por el cual se encuentra imputada y que la tiene a maltraer en la Justicia.

En ese contexto, dijo frases como "estar segura de que si pudieran sus detractores "prohibir la letra k del abecedario, lo harían", como en una época cuando hubo "decretos para prohibir a (Juan) Perón y Eva Perón".

"Estoy segura que si pudieran prohibir la letra k del abecedario, lo harían y es así", expresó la exjefa de Estado ante miles militantes kirchneristas en los tribunales de Comodoro Py, tras presentar un escrito en la causa del "dólar futuro" por la cual está imputada.

Recordó que su gobierno generó "millones de puestos de trabajo" y lamentó que en el primer período del gobierno de su sucesor "debimos tener cientos de miles de despidos en el sector público y privado", a los que vinculó con una "persecución ideológica". Ahora bien, lo que no dijo es que - como siempre advertimos en las páginas de Hoy, es que los K convirtieron al Estado en el principal conchavo para ocultar la desocupación real.

En otro trama del discursó se refirió a la inflación: "ir al supermercado se ha convertido casi en una odisea. Pero no se enojen ni con su amigo, ni con su vecino, ni con su pariente por cómo votó, porque eso nos divide y no nos sirve", expresó". Lo expresó sin ningún tipo de pudor cuando ni hace falta aclarar que durante los años de gobierno K, la inflación fue uno de los principales problemas económicos que sufrió el bolsillo de los trabajadores.-   Documentada del desprestigio que tiene ante gran parte de la sociedad, Cristina se encuentra haciendo todo un circo con la impunidad que supo cosechar durante la mal llamada década ganada, intentando con movidas políticas “para la tribuna”, ganar tiempo y mostrar un perfil de “víctima” de una supuesta persecución política en su contra.

A igual que en las horas previas en su estadía en Buenos Aires, el baile, las sonrisas para las cámaras, las selfies con militantes que la esperan en la puerta de su casa, son algunas de las acciones encaradas por la expresidenta para fingir un sosiego que hoy no tiene, ganando en su interior un sentimiento de duda e incertidumbre por lo que será de su futuro judicial.

fUENTE : diario HOY