En el mes de enero se denunciaba el panorama mortal en que estaba sumido el tecPlata. En las últimas horas, la terminal de contenedores ubicada en la ciudad de Berisso, fue tomada por los operarios a quienes enviaron telegramas de despidos para achicar costos, mientras esperaban la tan anunciada revolución portuaria que daría vida a toda la región.

Esa fue la promesa y principal bastón de campaña de Scioli. Se sacó fotos, paseo por los hangares, utilizó esa imagen para mostrar un perfil de productividad que en realidad era una fachada para encubrir los negocios de unos pocos.

Cuando se inauguró, se calculaba que con la maquinaria existente, el nuevo dragado, el muelle y todo el sector administrativo, aduanero y de mantenimiento, el Puerto local platense tendría una capacidad de 450.000 teus anuales. Sin embargo en ese momento, se aclaró que “ese movimiento dependería exclusivamente de los acuerdos y convenios que Tecplata lograra con las líneas marítimas, a las que primero había que convencer de las ventajas de esta nueva terminal, con última tecnología y que apuntaba a brindar comodidad y fundamentalmente hacer ahorrar tiempo”.

Pero esos acuerdos nunca llegaron y por ahora para Tecplata todo es un enorme costo de mantenimiento, con una inversión millonaria que continúan hoy y ni por asomo se ven señales de comenzar a recuperar.

La flamante terminal está casi sin operar, y sólo ha servido para los negocios de unos pocos. Desde el consorcio se excusan que los costos de mantenimiento de la terminal son muy elevados. Por ello es que desde el directorio prefieren cortar por el hilo más fino y enviar telegramas de despido y reducir el plantel de operarios y personal especializado que se ha formado para trabajar en lo que les prometieron sería la revolución portuaria, en vez de encontrar nuevas rutas y utilidades para que semejante inversión rinde sus frutos.

Lo que es inexplicable es que continúe en el cargo de presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata, el sciolista Mariano Goyenechea, ya que ha demostrado no estar a la altura de lo que este tipo de actividad requiere. No fomenta el desembarco de contenedores, no propone de qué forma va a hacer una gestión eficiente del puerto y como si esto fuera poco, tiene muchos temas que explicar en relación al manejo corrupto de TecPlata.

Si utilizamos las mismas formulas, obtendremos los mismos resultados versa un dicho popular que debería escuchar la gobernadora Vidal y cambiar a los administradores que llevan las riendas de uno de los puertos más importante que tiene la provincia que ella gobierna, y que los están llevando al cierre mientras la región necesita esas fuentes de trabajo y regalías.

FUENTE DIARIO HOY