Ayer, se desmoronó parte del techo de la sala de pediatría clínica.- La decadencia de la atención de la salud pública de la provincia de Buenos Aires, es una de las peores herencias dejadas por el kirchnerismo a las nuevas autoridades políticas, con nosocomios que alguna vez supieron ser ejemplo a nivel regional, y que hoy se ven desamparados y cayéndose a pedazos.

Una imagen latente de este deterioro, se da en el Hospital de Niños Sor María Ludovica, donde a la falta de presupuesto e insumos, se le suma un estado edilicio deplorable que pone en riesgo a pacientes y profesionales. Ayer, se cayó parte del techo de la sala 4 de pediatría clínica, debido a una gotera que se venía abriendo desde hace tiempo y jamás arreglada.

Los problemas de mantenimiento que sufre el hospital son graves, y las imágenes retratadas, dan cuenta de una crisis edilicia aguda, con zonas que no se ocupan por la humedad y los daños que causa en la salud de los chicos internados, y con basura diseminada por distintos sectores que vuelve a los mismos intransitables.

Atención primaria:   Paredes y techos de durlock que se desmoronan, salas que se inundan los días de lluvia,  instalaciones eléctricas al aire libre, son algunas de las escenas habituales de quienes recorren a diario el Sor María Ludovica. Tan lamentable es su estado, que la ministra de Salud de la provincia, Zulma Ortíz, removió a las autoridades y abrió expedientes para saber el estado real del nosocomio.

En diálogo con Hoy, el nuevo director del centro hospitalario, José Pujol, señaló que “trataremos de resolver esta situación que es una herencia que nos dejaron tantos años de maltrato hacia la institución. Las autoridades del ministerio nos prometieron tener los presupuestos para poder realizar todas las obras que se necesitan para poner al hospital de pie”.

Para el profesional médico, “buscamos estar otra vez al nivel del Hospital Garrahan. Las tareas primarias son tratar de solucionar los problemas edilicios que ocasionen trastornos en la atención y la salud de los pacientes, así como también mejorar el mantenimiento y la limpieza. Estamos abocados a que sea un hospital que se destaque por la limpieza y no por la mugre que reinaba en muchas de sus partes”.

Cumplir lo prometido:  Una de las promesas de campaña de Cambiemos, fue la de efectuar auditorías que sirvieran para conocer el estado real de los organismos del Estado y cuál fue la situación en que Daniel Scioli dejó a la provincia.

“Hay  un sistema de auditorías por parte de la provincia que se ha comunicado con nosotros y que va a venir a charlar en los próximos días pra controlar los libros del nosocomio, con los cuales nosotros colaboraremos para tener un poco más de información y saber en qué se gastó el dinero que estaba destinado al hospital”, resaltó Pujol.

En definitiva, la crisis del hospital pediátrico ícono de la provincia de Buenos Aires es de extrema gravedad.

Juicio y castigo a los responsables: Desde que asumió como gobernadora, María Eugenia Vidal intentó darle una impronta a su gestión mostrando contacto directo con la gente. Así es como, prácticamente todas las semanas, se la ve tomando mate con algún vecino o visitando alguna ONG.

Ahora bien, sería loable que, desde la plana mayor del gobierno provincial, en lugar de destinar tanto tiempo a este tipo de puestas en escena, empiecen a redireccionar las energías para emprender la ardua tarea que significa poner en pie una provincia desbastada. -    El deplorable estado del Hospital de Niños es una clara muestra de los daños que genera la corrupción que deja a su paso muerte y destrucción. Suspensiones de cirugías programadas, falta de insumos y el deplorable estado edilicio son algunas de las cuestiones que constituyen una parte de la problemática cotidiana. Y todo esto tiene responsables políticos, con nombre y apellido, que durante años han dilapidado los recursos de la Provincia. Por eso es necesario que exista la voluntad política en el gobierno de Vidal –que aún no se vislumbra- de llevarlos a la Justicia, aportando todas las pruebas para que sean castigados con todo el peso de la ley.

Fuente:  Diario Hoy