El ex ministro de Economía y actual diputado nacional por el Frente para la Victoria, Axel Kicillof, sigue estando en el centro de la escena política no solo por la nefasta herencia que dejó en materia económica con sus desaguisados en el poder, sino también por las órdenes que habría dado al ex Secretario de Comercio Interior, el camporista Augusto Costa, de destruir pruebas que comprometieran su gestión antes de abandonar el poder el pasado 10 de diciembre.

Según publica hoy un diario de tirada nacional, Kicillof le habría ejecutado a Costa la disposición de destruir toda la información que se tenía guardad en la Secretaría que él comandaba, así como también le ordenó el esconder las computadoras que pudieran contener pruebas o algún tipo de datos sobre la labor llevada a cabo en materia económica durante la última década.

Tan bien habría cumplido la orden su subordinado, que eliminó de la base de datos de la Secretaría de Comercio Interior información sustancial sobre costos y precios, además de acabar con los datos históricos y desprogramar todos los sistemas del organismo público.

Una situación que marca a las claras el accionar impune que ha tenido el kirchnerismo a lo largo de su larga década en el poder, rompiendo con todas las reglas de convivencia política que regulan la vida democrática del país, y que llevaron a que la Argentina esté pasando por uno de sus momentos más débiles en materia institucional desde el regreso de la democracia en 1983.

FUENTE: DIARIO HOY