Crisis de los sectores lechero, de maquinarias y frigoríficos 

La economía de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, cuyo eje central es la agroindustria, sigue estancada y con sectores estratégicos, como los tambos, los frigoríficos, las fábricas de maquinaria agrícola y las plantas automotrices, con indicadores recesivos y con los números en rojo.

“La pérdida de competitividad del binomio inflación más tipo de cambio oficial atrasado, se encargó de poner al borde de la extinción las economías regionales. La caída en los precios internacionales de los commodities aportó lo suyo”, explica el último informe de Indicadores Económicos de la Región Centro, que elabora el equipo de Ana Inés Navarro en la Universidad Austral.

A nivel macroeconómico, el problema es que la reciente devaluación del real brasilero (32%) triplica la del peso argentino y coloca en graves dificultades, en cuento a la competitividad, a buena parte de la agroindustria, que tiene un perfil exportador. Durante las últimas semanas, los miles de litros de leche derramados por los tamberos, en el marco de las protestas por el intento de bajar el precio de la leche cruda, son para la Austral el emergente más visible de los resultados negativos que se están cerrando en los establecimientos lecheros.

A pesar de un repunte en la producción en la cuenca lechera central (del 7%, sobre todo en los tambos cordobeses), al menos hasta mayo, la economía de los tamberos “naufraga en un marco local y mundial por la caída en el precio internacional de la leche en polvo, el principal commoditie lácteo”, que se derrumbó por debajo de la barrera de los U$S 2.000 por tonelada durante las últimas semanas, contra picos de U$S 5.000 hace 14 meses.

Tal vez la única compensación para los tamberos sea que el maíz, uno de los principales insumos de la ración, está barato por el derrumbe del precio de los granos, pero la ecuación sigue sin cerrar.

“Las ventas externas de lácteos cayeron 16,7% en volumen en los primeros cinco meses de 2015, siendo las leches y los quesos los principales rubros afectados. Los cuatro principales compradores de quesos continúan siendo Rusia, Brasil, Chile y México, quienes concentran 71% de las ventas argentinas”, indica el informe de la Austral.

En los frigoríficos, el nivel de faena apenas creció un 2,9% en comparación con el primer semestre del 2014 pero está por debajo de lo que se faenaba hace dos años. Las dificultades de los frigoríficos se relacionan con la contracción del sector exportador, que caracterizó a estos últimos años.

Las 102.000 toneladas que se embarcaron en los primeros cinco meses de 2015 se ubican 11,8% por encima del total exportado el año pasado y es la mejor cifra de los últimos muy malos tres años, pero está 30.000 toneladas abajo de lo que se había exportado en la misma etapa de 2010 (138.000 toneladas).

“En este contexto, las exportaciones del corte Hilton se ubicaron 3,5% por debajo del valor del año pasado, que fue el mínimo de al menos los últimos seis años”, advierte la Austral.

En el mercado interno, en julio el consumo de carne vacuna no superó los 60 kilos anuales por habitante (10 kilos menos que en 2009), según el último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra). “Las carnes blancas se han hecho lugar en los últimos años y esta sustitución parece obedecer a cambios de hábitos y no a una mera elección basada en cambios coyunturales de precios relativos”, contextualiza la Universidad Austral.

En este sentido, la faena en las plantas avícolas de la Región Centro, que se concentran en la provincia de Entre Ríos (que representa más del 40% de la faena nacional), creció un 2,5% interanualmente en los primeros cinco meses de 2015 y alcanzó las 170,5 millones de cabezas.

Las fábricas de maquinaria agrícola, al igual que la industria automotriz, siguen jaqueadas en localidades como Marcos Juárez, San Francisco, Las Parejas y Firmat, entre otras. Los empresarios estiman que las ventas cayeron un 50% y a partir de los datos que publican los informes trimestrales del Indec se calcula que se comercializa un tercio de lo que se vendía en los años buenos, como el 2008.

Fuente: Clarín Rural